Snacks para la vuelta al cole
Con el mes de septiembre cada vez más cerca, nos encontramos ante uno de los desafíos de dimensiones mayúsculas para los más pequeños: la vuelta al cole. Más allá de los reencuentros con sus amigos y profesores, existen una gran cantidad de aspectos que conviene tener en cuenta. Entre ellos, lo relacionado con la alimentación.
Por esta razón, a continuación hemos seleccionado tres snacks perfectos para hacerlos desde casa. Cumpliendo a la perfección con todas las necesidades a nivel nutritivo, favoreciendo al máximo su desarrollo y crecimiento.
El bocadillo de siempre, reinventado
Pese a la naturaleza tradicional del bocadillo, la realidad es que es posible encontrarmúltiples variedades en torno al mismo. Uno de los grandes secretos consiste en comprar pan de buena calidad. Elaborado a partir de centeno o de kamut, por ejemplo.
Rellénalo de todo tipo ingredientes, tan originales como nutritivos. El aguacate, porejemplo, puede ser un buen recurso. ¡Tu imaginación será el único límite!
Un bote de yogur: sano, cómodo y nutritivo
Coge un bote de cristal e introduce yogur ecológico y cualquier tipo de fruta. Remuévelobien hasta que el yogur y la fruta escogida logren quedar lo suficientemente revueltas.
Tapa el bote y consérvalo en la nevera. ¡La opción perfecta para los más pequeños!
Bolitas repletas de energía
Las bolitas energéticas se han consolidado como una de las mejores opciones por lasque podemos optar. Gracias a sus facilidades de conservación, podemos llevar a cabo la elaboración de varias de ellas y mantenerlas en la nevera durante el tiempo que sea necesario. Convirtiéndose en un recurso clave para asegurar la salud de nuestros pequeños.
Llevar a cabo su preparación es muy sencillo. A partir de la mezcla de los dátiles y de uno o dos tipos de frutos secos, podemos añadir todo tipo de ingredientes. Hasta encontrar el sabor deseado. Una opción por la que podemos decantarnos es por hacer la masa con los dos alimentos mencionados anteriormente. A posteriori, las pipas de girasol o las semillas de chía pueden ser dos recursos clave, que te ayudarán a proporcionar una textura crujiente. Amásalas hasta lograr la forma redonda e introdúcelas en la nevera. ¡Verás que manjar!
